LA MIRADA DEL FUTURO

Un hecho que con el tiempo he asumido con alegría es el de que una parte importante de mi trabajo refleja el gran amor y respeto que siento por los niños que tengo el inmenso privilegio de conocer a lo largo del camino. Ellos son un bálsamo para mi corazón cuando estoy lejos de casa; su astucia, su amabilidad, su alegría contagiosa, sus ganas de comunicarse, de saber, de conocer… Su nobleza, sus inmensas ganas de vivir a pesar de las adversidades… Y son también ese pequeño rayo de esperanza que me hace soñar con un futuro mejor, con un futuro donde este hermoso planeta nuestro sea un lugar más humano, más noble, más justo y, sobre todo, más responsable.